Three Musicians. (s.f.). Philadelphia Museum of Art. https://www.philamuseum.org/collection/object/53963
Tres músicos es el título de dos collages y óleos similares del artista español Pablo Picasso finalizados en 1921 en Fontainebleau; la apariencia plana de los colores y las figuras entrelazadas proviene de trozos de papel cortados en reminiscencias del cubismo sintético desarrollado por Picasso y Braque en 1914, basado en el uso del collage para crear composiciones intrincadas similares a rompecabezas. Ambas obras de más de dos metros de ancho muestran a tres músicos casi de tamaño natural en una habitación, frente a ellos una mesa presenta un objeto no identificable —quizá un objeto de utilería— y debajo de ella, del lado izquierdo y apenas reconocible, un gran perro café que proyecta su sombra al fondo del cuarto.
Las figuras se descomponen en geometrismos abrazados con contornos nítidos de colores negro, blanco, azul, rojo y amarillo sobre el marrón de las paredes y el suelo; los músicos visten disfraces: del lado izquierdo, un pierrot toca el clarinete, en el centro, un arlequín toca la guitarra, y a la derecha, un monje canta a partir de una partitura que sostiene con ambas manos. Generalmente se piensa que las figuras representan a Guillaume Apollinaire, Pablo Picasso y Max Jacob respectivamente, debido a que los poetas habían sido amigos cercanos de Picasso durante la década de 1910 y tuvieron finales fatídicos: Apollinaire fallece a causa de la gripe española en 1918 y Jacob termina por adoptar una vida casi monástica en Saint-Benoit tras una serie de sucesos desafortunados, inspiración directa para su representación cubica en esta acepción, ocupando Picasso el lugar del arlequín. Aunque también se suele creer que representa a tres compositores con los que trabajó en los balés rusos de Sergei Diaghilew: Erik Satie, Manuel de Falla e Igor Stravinsky, y que las figuras remiten a los decorados que crea para Pulcinella (1920).
Concluida la Primera Guerra Mundial, Jean Cocteau comienza a publicar Le rappel a l’ordre (La vuelta al orden, 1920-1926) donde reflexiona sobre los horrores de la guerra y la situación del arte contemporáneo, argumentando que están directamente relacionados, por lo cual si no queremos ver distorsionada la realidad debemos abandonar a las vanguardias, volver al orden, al clasicismo; en este contexto, Pablo Picasso conoce a Olga Khoklova, una bailarina rusa de la compañía de Diaghilew con la que contrae matrimonio, esto debido a que era rusa y con una rusa se casa, como le advierte el director en su conocimiento de la vida disipada de Picasso, significando este su primer matrimonio y cambiando tanto su vida como su forma de pintar, volviendo al figurativismo clásico que se puede ver en los retratos de Paulo y Olga; quien recibe reclamos de sus amigos pues Pablo ahora viste de traje. Algunos suponen que esta obra tiene un sentido de luto, que es una despedida de Picasso al cubismo marcada por La vuelta al orden de Cocteau.
Los músicos y el perro retoman motivos de su época rosa de principios del siglo XX, cuando estaba vinculado a la bohemia y la vida circense, que queda registrada en obras como Les saltimbanques (1905). Después de su viaje a Italia en 1917, Picasso crea la obra Pierrot assis (1918) en un estilo clásico; recuperando a este personaje esencial de la antigua comedia popular italiana La commedia dell’arte junto con el arlequín para Tres músicos. El comerciante de arte Paul Rosenberg compra la pintura a Picasso en 1921; en 1949, con la ayuda del Fondo Mrs. Simon Guggenheim, el Museo de Arte Moderno de Nueva York se convirtió en el propietario de una de las versiones, la otra formando parte de la colección del Museo de Arte de Filadelfia; esta versión presenta algunas diferencias estilísticas y de composición, presentando de izquierda a derecha primero al arlequín, luego al pierrot y luego al monje, además de que el arlequín en lugar de una guitarra ejecuta el violín.