Fuente:

Valdez, F., (2009) “Mariscal Jean de Dieu Soult, duque de Dalmacia. Memorias España y Portugal”


Napoleón se da cuenta muy tarde de los buenos planes de Soult. (El rey José I se va de Madrid.)

Tiempo exacto: 2 al 17 de mayo de 1811.  

Las tropas napoleónicas estaban demasiado ocupadas en el asedio de Badajoz, y por ello no tenían más que un cuerpo de observación frente a el mariscal Latour-Maubourg quien tuvo buenas actuaciones en Guadalcanal hasta el 2 de mayo de 1811, donde los ingleses se volvieron amenazantes por entonces. Los franceses tuvieron que estar a la defensiva, para saber lo que hacían los enemigos y esto era parte de los planes de Extremadura o el Bajo Guadalquivir. Las operaciones enemigas se dirigían, sobre todo a tener tiempo de preparar desde Sevilla la reanudación de la ofensiva y de recibir los refuerzos prometidos por el emperador de Francia. Soult sabía que Badajoz podía sucumbir ante los ataques anglo españoles por esos días, y por eso marcho en su auxilio con sus pocos recursos, esperando poder liberarlo y combatir después contra el cuerpo español que amenazaba Sevilla. Luego del ataque exitoso del castillo de Balcázar una grata sorpresa le llegaba al mariscal Soult.

¡Puede imaginarse con que alivio recibí, el 4 de mayo, los despachos del príncipe de Neuchâtel apercibiéndome de la próxima llegada del conde de Erlon! Este general debía cruzar el Tajo por Alcántara o por Almaraz y dirigirse hacia el Guadiana. Eran necesarias operaciones inmediatas en Extremadura, para facilitar su marcha y su enlace con mi ejército. Decidí realizar esa reunión en Mérida, entre el 15 y el 17 de mayo, y previne de eso al conde de Erlon.

Valdez, F., (2009) “Mariscal Jean de Dieu Soult, duque de Dalmacia. Memorias España y Portugal

Andrea Appiani el Viejo, Mariscal del Imperio Louis-Alexandre Berthier en su traje de la Corte Imperial, Agencia Fotográfica Reunión de los Museos Nacionales, 1805. Recuperado de: https://www.photo.rmn.fr/CS.aspx?VP3=SearchResult&VBID=2CMFCIXHQSMNLE&SMLS=1&RW=1366&RH=625

El ejército de Soult maniobro en dos divisiones de infantería, una brigada de vanguardia y una reserva de tres regimientos de caballería listos para el combate, aunque todos estos cuerpos eran muy débiles. Los primeros refuerzos llegaron a Córdoba el 7 de mayo, una buena noticia para los franceses. El duque de Dalmacia formo una columna de dos mil infantes y mil jinetes y los envió hacia la derecha del 5º cuerpo, los otros se dirigieron hacia Sevilla y hacia el 1er cuerpo, salvo algunos efectivos de apoyo al 4º cuerpo. Si el mariscal Soult conseguía obtener la cooperación del ejército del Centro a cargo del rey y recibir a tiempo los diez mil soldados prometidos del conde de Erlon, tendría cuarenta mil hombres y podría atacar al ejército inglés, cualquiera que fuese su fuerza. El tiempo apremiaba, Soult se puso en marcha hacia Sevilla en la noche del 9 al 10 de mayo. Por su parte, Latour-Maubourg, una vez reunido con la columna llegada de Córdoba, avanzó hacia Guadalcanal y Llerena, y se reunió con el duque de Dalmacia, el día 12, a la altura de Fuente de Cantos. La situación a pesar de ser ventajosa para Francia no lucia nada bien.

Mi situación era crítica, pero tenía plena confianza, desde que tuve pruebas de la diligencia del Emperador, después de tantos informes y demandas y avisos infructuosos. Napoleón había acabado por darse cuenta del estado real de las cosas. ¡A decir verdad, me había imaginado una situación aún peor, sin recibir refuerzos para reponer pérdidas y rodeado de enemigos! Todo lo que me estaba destinado, incluso lo que me correspondía se hallaba detenido. ¡El ejército del Centro, cuyos flancos cubría yo, me rehusaba toda ayuda!

Valdez, F., (2009) “Mariscal Jean de Dieu Soult, duque de Dalmacia. Memorias España y Portugal

Hippolyte Bellange, Caminante. Guardia Imperial, Sitio ruso de la Guerra de 1812, 1843. Recuperado de: http://www.museum.ru/museum/1812/Army/Bellange/index.html

En esos días de mayo de 1811 ocurrió un evento fuera de toda lógica ante la dura situación de la campaña francesa. El rey José abandono la capital española para ir a una fiesta, específicamente un bautizo. El rey partía para París como padrino, a este bautismo también asistió la mariscala Soult, duquesa de Dalmacia, quien, por invitación del conde debió ir de gala. Las recaudaciones de fondos en España se volvían cada vez más difíciles mientras el rey se iba de fiesta, comenzaba a temerse el hambre, que se hizo sentir cruelmente en Andalucía durante todo el año de 1811. Soult se vio obligado a fundar empresas comerciales para dar de comer no sólo al ejército sino, incluso, a la población. Soult se sentía abandonado, aislado, como en otro mundo, fue necesaria una profunda abnegación personal, un gasto agotador de energía y una gran capacidad de trabajo para superar esto. Napoleón reflexionaba sobre su hermano y como Nicolas Jean Soult tenía razón en sus antiguas advertencias y planes.

Madrid no quiso hacer nada. El Emperador se dio cuenta demasiado tarde. Hubiera sido preciso organizar, a costa de nuevos gastos y a mayor escala, una cuarta expedición contra Portugal, y que el Emperador la dirigiera por sí mismo. Las complicaciones políticas, que atraían su atención sobre el norte de Europa, lo hacían, sin embargo, imposible. La situación de los franceses en España sería siempre precaria. Unos tenían plena libertad de movimientos para conducir sus ataques donde quisieran. Los otros estaban siempre reducidos a defenderse para conservar sus conquistas.

Valdez, F., (2009) “Mariscal Jean de Dieu Soult, duque de Dalmacia. Memorias España y Portugal

Thomas Rowlandson, Rey José and Co. aprovechando al máximo su tiempo antes de dejar Madrid, Museo Metropolitano de Arte de Manhattan, 1808. Recuperado de: https://www.metmuseum.org/art/collection/search/744112

Resumen: A pesar de las buenas actuaciones de los mariscales y del duque de Dalmacia en España, la realidad de la campaña de conquista de Iberia por parte de los franceses era otra, pues constantemente la coalición anglo española amenazaba los sitios tomados tiempo atrás por los soldados napoleónicos. Además de todo esto, el hambre azotaba la zona de Andalucía y con ello la desgracia y la sublevación. El mariscal Soult tomó medidas ante esto por medio de fundaciones de empresas que evitarían la desolación del territorio, sin embargo, se veía totalmente abandonado y deprimido cuando ocurrió un evento totalmente inesperado. El rey José abandonaba la campaña y la capital madrileña para ir a una fiesta en Francia, más específicamente un bautizo. Mientras esto ocurría Napoleón reflexionaba sobre los planes y las advertencias que Soult le había hecho anteriormente en cuanto a las batallas, los refuerzos y la ineptitud de su hermano, su Majestad el rey José I.

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Napoleón se da cuenta muy tarde de los buenos planes de Soult. (El rey José I se va de Madrid.)

Tema: Guerras Napoleónicas

Tiempo: 1810 - 1819

Eventos históricos: Guerra de la Independencia Española