Jean-Nesmy, C. (s. a.). Apollinaire, Max Jacob and Futurism. Zodiaque.
Le cornet à dés (1917) es una colección de trescientos poemas en prosa de Max Jacob publicada durante la Primera Guerra Mundial a pocos meses de la muerte de su padre; su título hace referencia al poema grafico Un coup de dés jamais n’abolira le hasard (1887) de Stéphane Mallarmé, modernizador de la poesía francesa que falleció cuando Max Jacob apenas conocía el mundo de las artes. Es su obra maestra, a través de ella alcanza notoriedad como escritor y lo consagra junto con Pierre Reverdy como referente de la escritura cubista; sobre esta dice que ‘’cubismo en pintura es el arte de trabajar el cuadro por sí mismo aparte de lo que representa, y de dar el primer lugar a la construcción geométrica, procediendo sólo por alusión a la vida real. El cubismo literario hace lo mismo en la literatura, utilizando la realidad sólo como medio y no como un fin’’; con este propósito hace uso de figuras literarias como metonimia, aliteración, aforismo, elipsis, antítesis y parataxis junto con juegos de palabras para deformar la realidad en favor del texto.
La mayoría de los poemas compilados en esta obra son escritos entre 1903 y 1910, sin embargo, pese a recibir los elogios de Guillaume Apollinaire, se negaba a publicarlos; Jean Cocteau, tras su publicación, lo nombra el gran poeta cubista. Basándonos en la fecha en que comienza a escribir y comparándola con la fecha en que nace oficialmente el cubismo en 1907, podríamos decir que Max Jacob creó esta vanguardia, sin embargo, insiste en que esto no es así, teniendo una lista de trece razones para justificarlo:
‘’Yo no hice el cubismo: en primer lugar, porque al enterarme de eso me alegré; en segundo lugar, porque no responde a mi temperamento; en tercer lugar, porque me hubiera gustado ser el primero y no lo fui; en cuarto, porque Picasso había elegido a Braque como colaborador y no a mí; quinto, porque en el fondo yo no sabía de literatura ni pintura; sexto, porque mi trabajo está inspirado en la ópera cómica; séptimo, porque soy un hombre de la era impresionista de 46 años de edad y crear el cubismo sería demasiado; octavo, porque el cubismo atrae a mi pensamiento y no a mi mano; noveno, porque el cubismo me parece muy feo y a mí me gusta lo bonito; decimo, porque soy como el viejo poeta Virgilio; onceavo, ya no sé por qué; doceavo, por cierto hice un montón de dibujos cubistas; treceavo, todo es culpa de Picasso’’.
La primera tirada fue de quinientos ejemplares y treintaicuatro en la edición deluxe, que incluiría un retrato del autor grabado por Picasso, sin embargo, el grabado que se perdió; en 1922, Florent Fels publicó en el número tres de la colección Les Contemporains una versión reducida de Le cornet à dés acompañada de un retrato impreso de Jacob por Picasso, a esta le sigue una versión revisada y ampliada para la misma colección en octubre de 1923, considerada como la definitiva. En 1945 reaparece en la colección Blanche de Gallimard y en 2017 la doctora Patricia Sustrac de la Universidad de Toulouse reconstruye la historia de esta obra. El manuscrito original se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia.