Fuente:

Valdez, F., (2009) “Mariscal Jean de Dieu Soult, duque de Dalmacia. Memorias España y Portugal”


La victoria francesa decisiva en la Batalla de Ocaña.

Tiempo exacto: 19 de noviembre de 1809.

La batalla de Ocaña se presentaría el 19 de noviembre de 1809, iniciando con el mariscal Soult creando una base ofensiva de más de 24,000 hombres, numerosa, pero en clara desventaja ante los 50,000 rebeldes españoles congregados en los campos de batalla, que a pesar de su clara desventaja numérica la batalla se resolvió en apenas cuatro horas con una aplastante victoria francesa. Las perdidas españolas en combate eran escabrosas, los ibéricos perdieron más del 50% de sus efectivos, además de perder en un 100% su artillería, sin contar 2,700 heridos y 17,000 prisioneros, una perdida salvaje si se comparan con apenas los 2,000 muertos y heridos de la Francia napoleónica.

Fernando Valdez Fernández, Batalla de Ocaña, “Mariscal Jean de Dieu Soult, duque de Dalmacia. Memorias España y Portugal”, 2009.

El ataque comenzó el 19 de noviembre, a las diez de la mañana, contra la derecha de la línea española. Su centro, que ocupaba el pueblo de Ocaña, y su izquierda se hallaban protegidos por un profundo barranco. Sébastiani maniobró para desbordar esta derecha, mientras que la división Leval hacía ceder terreno a la derecha española, reinició muy pronto la ofensiva. La primera línea francesa se enfrentaba a fuerzas muy superiores y comenzó a manifestarse una cierta vacilación en su movimiento ofensivo. El mariscal Mortier, con mucha audacia, hizo, bajo el fuego enemigo, que la división Girard franqueara la primera línea de Leval. Esta maniobra se realizó con la mayor precisión y el fuego intenso de la división Girard llevó otra vez el desorden a las líneas enemigas.

Valdez, F., (2009) “Mariscal Jean de Dieu Soult, duque de Dalmacia. Memorias España y Portugal

El comandante y Mayor general de esta victoria francesa fue Jean de Dieu Soult bajo las órdenes de José I. El mariscal Soult relata en sus memorias mas de 30 cañones diezmando las filas españolas y en menos de cuatro horas se unió la caballería e infantería, provocando que el ejército ibérico no soportara este triple ataque iniciando la huida por las montañas de Ocaña. Los españoles, cargados por los franceses y por los lanceros polacos, huyeron al campo abierto en direcciones tan distintas que los franceses se vieron obligados a dispersarse para alcanzarlos. Algunos franceses no cometieron ninguna crueldad con los prisioneros y enviaron a sus hogares a centenares de prisioneros, solo los desarmaron y les gritaron «La guerra era un oficio del que ellos no entendían nada».

Los españoles no pudieron resistir este triple ataque. Hicieron esfuerzos desesperados para cubrir su retirada, pero sus últimos batallones fueron destruidos. Su caballería no se había repuesto aún del combate de la víspera y la derrota fue total. La batalla duró cuatro horas. Costó a los españoles cerca de 30.000 hombres, de ellos 26.000 prisioneros, y 45 cañones. El rey que, como siempre e inútilmente, quería ganarse a los españoles por actos de generosidad decidió, en contra de mi opinión, la incorporación de un cierto número de ellos a los regimientos que estaba creando y el envío del resto a su casa.

Valdez, F., (2009) “Mariscal Jean de Dieu Soult, duque de Dalmacia. Memorias España y Portugal

Dageno, Plano de la Batalla de Ocaña. 19 de noviembre de 1809, Wikimedia, 2009. Recuperado de: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Batalla_de_Ocana.jpg

Con la huida de los españoles y concretada esta avasallante victoria napoleónica, Soult lleno del sentimiento del fragor de la batalla alisto todo para la marcha de conquista de Andalucía, él sabía que la noticia del triunfo francés en Ocaña llenaría de miedo los corazones de los adversarios ingleses provocando su retirada. Algo así sucedió, las tropas españolas y británicas no se retiraron totalmente de la zona del Tajo, pero si conservaron una distancia segura de la ciudad de Ocaña, por su parte Soult aborto la marcha hacia Andalucía por unas razones que no esclarece en sus memorias, solo menciona que recibió noticias de Castilla la vieja y del Valle del Tajo. El rey José una vez mas se intentaba congraciar con los españoles de manera infructuosa, haciendo que los prisioneros formaran parte del ejército en vez de ser ejecutados. Soult critico eso también.

Esta clemencia, aplicada mal y de forma inoportuna, no consiguió ningún fruto. Provocó un gran descontento en el Emperador, ante el cual tuve que disculparme para excusar al rey.

Valdez, F., (2009) “Mariscal Jean de Dieu Soult, duque de Dalmacia. Memorias España y Portugal

Hippolyte Bellange, Dragón y dragón zapador. 1809, Sitio ruso de la Guerra de 1812, 1843. Recuperado de: http://www.museum.ru/museum/1812/Army/Bellange/index.html

Resumen: Durante la batalla de Ocaña del 19 de noviembre de 1809 el mariscal Soult describe en sus memorias la avasallante victoria que tuvieron las fuerzas napoleónicas frente a los rebeldes españoles. Este éxito se consiguió en menos de cuatro horas con una clara desventaja numérica de los franceses. La batalla se destacó por la coalición de un triple ataque que rápidamente diezmo las filas de los españoles, juntando la artillería, la caballería y las fuerzas de infantería como zapadores y dragones en un frente general. Concretada la victoria napoleónica Soult alisto todo para la marcha de conquista hacia Andalucía, pero tuvo que verse frenado por dos factores. El primero fue la clemencia del rey José I para congraciarse una vez más con los españoles, algo que aún molestaba de sobremanera al duque de Dalmacia, lo segundo fue noticias que llegaban desde Castilla La vieja y el Valle del río Tajo.

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La victoria francesa decisiva en la Batalla de Ocaña.

Tema: Guerras Napoleónicas

Tiempo: 1800 - 1809

Eventos históricos: Guerra de la Independencia Española