AESG. (2022). Elevating sustainability: A conceptual strategy for façade design with Givoni’s bioclimatic graph. Recuperado de https://aesg.com/perspective/elevating-sustainability-a-conceptual-strategy-for-facade-design-with-givonis-bioclimatic-graph/
La crisis energética de la década de 1970, marcada por el embargo petrolero de 1973, reveló la vulnerabilidad de una arquitectura dependiente de recursos fósiles. Este contexto llevó a cuestionar la eficiencia del brutalismo, caracterizado por su monumentalidad y uso intensivo de materiales como el hormigón, y abrió paso a una arquitectura más consciente del entorno y los recursos disponibles.
En este escenario, la obra de Baruch Givoni, ‘Man, Climate and Architecture’ (1969), adquirió relevancia al introducir el diagrama bioclimático de Givoni. Esta herramienta permite analizar las condiciones climáticas locales y determinar estrategias pasivas de diseño para alcanzar el confort térmico sin recurrir a sistemas mecánicos.
El diagrama de Givoni se basa en la relación entre la temperatura del aire y la humedad relativa, identificando zonas de confort y estrategias como la ventilación natural, la masa térmica y la protección solar. Su aplicación en el diseño arquitectónico permitió desarrollar edificaciones adaptadas al clima local, reduciendo la dependencia energética y promoviendo el uso de materiales y técnicas constructivas locales.
Este enfoque bioclimático representó un cambio paradigmático en la arquitectura europea, integrando criterios de sostenibilidad y eficiencia energética en el proceso de diseño. La crisis energética, lejos de ser un obstáculo, se convirtió en un catalizador para la innovación arquitectónica, sentando las bases del ecobrutalismo y otras corrientes que priorizan la armonía entre la edificación y su entorno.