Una vez las tropas de Hitler lograron pasar Braunau en Austria, los propios austriacos simpatizantes del partido nazi ya habían redactado una lista de enemigos del estado, el propio Heinrich Himmler lidero un grupo de avanzada integrado por fuerzas de la Gestapo y la SS, esto con la finalidad de acabar con toda chispa de resistencia, antes si quiera de que esta pudieran organizarse.

Los opositores al régimen nazi generalmente hombres de izquierda, lideres de sindicatos y políticos como el alcalde de Viena Richard Schmitz, fueron arrestados y enviados a un campo de concentración en Dachau en Bavaria, pues su eliminación seria un seguro para que la mayoría de votos en Austria sean a favor del Tercer Reich.

Para este punto y con la creciente «lista negra» de opositores,  la Gestapo convirtió el Hotel Metropole en su cuartel general en Viena, se estima que tenia por lo menos 900 empleados superando a su equivalente en Berlín.

Una cantidad incontable de personas conocieron el interior de las celdas insonorizadas, donde serian interrogados, torturados y ejecutados, muchos de los capturados durante la Segunda Guerra Mundial irian a sus confines antes de ser enviados a los campos de concentracion; Este hotel fue abandonado paulatinamente conforme Viena era arrasada hacia al final de la Guerra, los restos del hotel fueron destruidos con el fin de erradicar ese símbolo del terror y la brutalidad

Aunque hoy en día el único rastro del hotel son fotos del mismo, en su lugar hay una placa que contiene lo siguiente:

He aquí la casa de la Gestapo.

Fue el infierno para aquellos que creían en Austria.

Para muchos fue la puerta hacia la muerte.

Cayo en ruinas al igual que el Reich de los mil años.

Pero Austria ha resucitado y con ella nuestros muertos, las victimas inmortales.