Georges Jean Raymond Pompidou, nació el 15 de julio de 1911,  en Montboudif, Francia. Toda su vida estuvo muy unido al lugar de donde procedía su familia y con frecuencia exaltaba los valores de la escuela republicana: «rectitud y trabajo respeto al mérito y a los valores del espíritu».

Antes de la Segunda Guerra Mundial, específicamente en 1931  Georges Pompidou ejerció como profesor de Letras y Ciencias Políticas en el Liceo Saint Charles de Marsella y posteriormente, en una prestigiosa escuela parisina.

En septiembre de 1944 comenzó a trabajar en el gabinete del jefe del gobierno provisional, rápidamente se convirtió en uno de su más grandes colaboradores. Cuando el general Charles De Gaulle, Georges Pompidou entró el Consejo de Estado, pero ambos siguieron manteniendo una estrecha colaboración. Entre 1948 y 1953, se desempeñaba como jefe del gabinete del General de Gaulle, cinco años después se convierte en el presidente del consejo de la IV República, para posteriormente convertirse en el primer ministro según la Constitución de 1958 por la misma que se instauró la V República.

Para los inicios de la década de 1960, Francia tendría un auge económico, colocando al país en una mejor posición a nivel mundial; no obstante se presentó una crisis a finales de 1967 que perduraría hasta 1969, mismo año en el que fue elegido presidente de la República gracias al apoyo del gaullismo y de la derecha.

Durante su presidencia orientó su gestión interior hacia una reestructuración de la economía y de las finanzas, dando vital atención a brindar con mejores capacidades competitivas a las industrias francesas; de igual manera, se destacó en su política exterior, por su acercamiento a los países del África negra de habla francesa, viajando, en 1971, a Mauritania, Senegal, Costa de Marfil, Camerún y Gabón. Asimismo se produjo la adhesión de Francia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Georges Pompidou resultó ser otro de los personajes vitales que tuvieron un poco más de participación que el propio presidente de Francia, ya que él asesoró en diversas ocasiones a De Gaulle, y cuando este no se encontraba presente el dictaminaba las acciones necesarias que debían tomarse con el fin de «calmar el caos».