El Palacio de la Cotilla, en Guadalajara, España, guarda una joya arquitectónica del siglo XIX: un salón chino único en el país. Esta obra de arte fue realizada en papel de arroz, destacando por su delicadeza y singularidad.

Vista exterior del Salón

Su arquitectura

El salón chino fue construido en 1892 por el arquitecto Manuel Medrano. Junto a la principal atracción, se encontraba mobiliario dorado de la época, jarrones y vasijas chinas de porcelana, así como un piano creado por Julián de la Cabra. En 1920, el palacio sufrió un incendio que afectó gran parte del salón, pero afortunadamente pudo ser restaurado.

La fascinación por las chinoiseries

Este estilo, popular entre la aristocracia y la realeza europea desde el siglo XVII hasta finales del siglo XIX, se manifestaba en los espacios de la clase alta a través de jarrones de porcelana, biombos, sedas, muebles lacados y, en este caso, papel de arroz. Se desconoce la fecha exacta de la colocación de estos papeles, pero se puede atribuir al periodo en que los marqueses de Villamejor, Doña Ana de Torres y Don Ignacio de Figueroa, residían entre sus muros, aproximadamente entre 1850 y 1860.

A la ciudad de Marsella se le conocía como «El sueño de Oriente», ya que aquí llegaban todo tipo de importaciones de las lejanas tierras asiáticas. Es muy probable que fuera el lugar donde los marqueses adquirieron estas obras de arte, pintadas a mano en gouache, acuarela y, por supuesto, tinta china, lo que distinguía su salón de los múltiples salones de té de otras familias adineradas.

Esquina del Salón

La fuente de la inspiración

La naturaleza y la vida cotidiana son los temas que adornan y protagonizan estas obras, datadas de la dinastía Qing (siglo XVIII). En ellas se reflejan más de 380 figuras de carácter costumbrista, con numerosos detalles florales, múltiples pájaros e incluso figuras humanas aisladas o en grupo realizando actividades.

Del mismo periodo, se encuentra un conjunto de ocho xilografías (una técnica de impresión en la que se talla una imagen en relieve sobre una superficie de madera, se aplica tinta sobre las partes elevadas y se transfiere al papel o tela al presionar). Estas están colocadas en la parte frontal de la pared del fondo, retratando a mujeres en actividades diarias rodeadas de niños.

La vida cotidiana retratada en sus papeles

En el año 2000, este salón fue restaurado y se abrió al público al año siguiente, incorporando en el mismo espacio un toque europeo: una obra de Regino Pradillo titulada Zoraida.

«Zoraida» y encima las 8 xilografías

Acercamiento a las Xilografías