Dominique Grange, nacida en Lyon en 1940; de familia «acomodada» pero con un gran sentido social, la llevó a crear una mentalidad de respeto y ganas de luchar al lado de la clase obrera, se convirtió en actriz y compositora, intérprete, traductora y militante política.

En 1958, tras estudiar en la Escuela de Intérpretes de la Sorbona y recibir clases de arte dramático, emprendió una carrera profesional como actriz y cantante que abandonó tras los sucesos de Mayo del 68 para dedicarse solamente a la militancia política de ideología maoísta con el partido Gauche prolétarienne, como resultado, Grange comenzó a cantar sobre la revolución, las luchas sociales, antirracistas y libertarias, componiendo importantes himnos militantes como «Les Nouveaux Partisans» (los nuevos partisanos). 

No obstante su compromiso político, la llevó a pasar un temporada en la cárcel para después formar parte de la Nueva Resistencia Popular, una organización clandestina.

Su participación a palabras de la misma Dominique Grange:

«Estuve un poco por casualidad. Al principio, no sabía qué podía hacer porque era cantante y no sabía cómo meterme en ese movimiento de estudiantes. No sabía cómo participar en la Sorbona, porque ya tenía un trabajo; yo sabía que quería cantar. Un día escuché en la radio una llamada de un cantante de origen español, Leni Escudero, muy famoso en Francia, que dijo: ‘Nosotros somos privilegiados, los artistas podemos hacer la huelga cuando queramos, no perdemos casi nada, porque nuestro trabajo es así, incierto, irregular, pero podemos hacer la huelga activa, en vez de quedarnos en nuestra casa. Podemos poner nuestro canto al servicio del pueblo en lucha, de los huelguistas’. Así que cogí mi guitarra y me fui a la Sorbona y en todo el mes de mayo y de junio no volví a casa.»

Su relación con el Mayo Francés parece mínimo, sin embargo es importante destacar la participación militante de aquellas personas que la Historia no les ha brindado el reconocimiento necesario, entre estas, las mujeres.