El «brutalismo solar» surge como una reinterpretación contemporánea del brutalismo, influenciada por los ideales del movimiento solarpunk. Mientras el brutalismo tradicional se caracterizaba por su uso masivo del hormigón y formas geométricas imponentes, el brutalismo solar integra elementos sostenibles y tecnologías ecológicas, buscando una armonía entre la estructura y el entorno natural.

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Este enfoque arquitectónico se alinea con los principios del solarpunk, que promueve una visión optimista del futuro, donde la tecnología y la naturaleza coexisten en equilibrio. Proyectos como el Heliotrope y el Solar Settlement en Freiburg, Alemania, diseñados por Rolf Disch, ejemplifican esta fusión al incorporar sistemas de energía solar y diseño pasivo en estructuras que mantienen una estética brutalista.

Aunque muchas de estas propuestas aún son conceptuales, reflejan una tendencia creciente en Europa hacia la adaptación de estilos arquitectónicos tradicionales con soluciones sostenibles, respondiendo a los desafíos del cambio climático y la urbanización.