Fachada del Sagrado Corazón, París, Francia.

Es uno de los monumentos más emblemáticos de París. La idea de construir la Basílica en 1873 surge tras la guerra franco-prusiana en donde Francia fue derrotada y tras la Comuna de París, que fue un levantamiento popular de corte socialista y anticlerical que fue duramente reprimido por el gobierno. La Basílica fue concebida como un acto de expiación por los pecados de Francia.

La Basílica ha sido un importante centro de devoción para los católicos franceses y extranjeros, además fue vista como una respuesta de la derecha católica a la revolución de la Comuna de París, consolidando el poder de los sectores monárquicos y clericales. Para los de izquierda representaba un recordatorio del enfrentamiento entre la Iglesia y el Estado.

El edificio adopta un estilo romano-bizantino (estilo poco común en Francia) que se caracteriza por sus cúpulas y los arcos semicirculares, inspirados en la arquitectura temprana cristiana y bizantina, sin embargo estos elementos diferencia a la basílica de otros lugares de culto en Francia.

Interior de la Basílica del Sagrado Corazón

Características:

• Cúpula central enorme
• Una torre cuadrada en el ábside que sirve como campanario, alojando la campana “Savoyarde”, una de las más grandes del mundo.
• Vitrales contemporáneos que reemplazaron a los originales que se destruyeron durante la Segunda Guerra Mundial.

Cúpula de la Basílica del Sagrado Corazón

Materiales:

• Piedra blanca de Chateau-Landon, que al estar en contacto con la lluvia libera calcita, que actúa como una capa protectora que preserva la estructura de la contaminación y el desgaste.

La Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre es más que un templo religioso; es un reflejo de la historia política y social de Francia en el siglo XIX. Su construcción estuvo marcada por tensiones entre el conservadurismo católico y el laicismo republicano, lo que la convierte en un símbolo complejo dentro del paisaje parisino.