La nueva máquina

La caída del régimen zarista y la subsecuente desintegración del régimen provisional en 1917 dejó un vacío de poder que muy pronto sería ocupado por el bando soviético. Liderados en un inicio por Vladimir Lenin, el nuevo Estado que surgió de las cenizas adoptaría un modelo económico y político de corte socialista.

Sin embargo, al término de la Revolución de Octubre, la Unión Soviética era un conjunto de territorios sumidos en la pobreza, arrasados por las hambrunas y debilitados por la Primera Guerra Mundial. Las pugnas internas no se hicieron esperar, y la implementación del modelo socialista tendría que enfrentarse a estas problemáticas si quería tener éxito.

Bajo esta mentalidad comenzó la labor de redefinir la identidad soviética desde sus cimientos. Para lograr esto, era necesario dejar atrás el pasado zarista e impulsar el avance de la nueva máquina soviética, sin importar el costo.