Fuente:

Valdez, F., (2009) “Mariscal Jean de Dieu Soult, duque de Dalmacia. Memorias España y Portugal”


La desastrosa Batalla de los Arapiles para los franceses. (Victoria aplastante de los aliados británicos, españoles y portugueses.)

Tiempo exacto: 16 de junio al 22 de julio de 1812.  

La campaña de 1812 debía depender del ejército de Portugal, así el general Marmont se replegó, abandonando al ejército del Mediodía, que «no tenía necesidad de un socorro directo». Sin embargo, cometió el error de no fortificar Salamanca que debía ser el gran punto de resistencia para invadir Portugal ante del menor movimiento del ejército inglés, cosa que molesto al emperador. Por su parte, el rey se había quejado de que este ejército agotaba las provincias que ocupaba y el general Marmont respondió denunciando la mala administración de Madrid por el rey, y mientras eso pasaba la brigada de caballería alemana, cruzaba por Extremadura el ejército de Portugal se hallaba aún disperso.

Sería hasta tiempo después que los ejércitos franceses se replegarían correctamente. Al retirarse, los portugueses destruyeron los grandes almacenes ingleses de Celorico y en el curso del mes de mayo Marmont, viendo aumentar al ejército enemigo escribía al rey que tenía ante él a la totalidad del inglés; lo que era inexacto. Marmont pidió auxilio a los otros generales, pero negaron ir a apoyarlo al tener que defender el camino hacia Francia contra los grupos guerrilleros que infectaban el norte de España. Marmont entonces se veía solo ante la gran ofensiva británica que se cernía sobre sus tropas.

El ejército inglés entró en campaña el 16 de junio, atacando los fuertes de Salamanca. Marmont llegó el 20, cruzó el Tormes río arriba y maniobró por las dos orillas. Pero el ejército inglés, coordinando sus movimientos y teniendo la línea más corta, le presentaba siempre un frente que le parecía imprudente atacar antes de haber recibido refuerzos. Mientras tanto, los fuertes de Salamanca, que mantenían el fuego desde hacía nueve días, se vieron obligados a rendirse. Marmont, cuyo ejército estaba expuesto sobre terreno desventajoso, se replegó, el 28 de junio, sobre el Duero y se situó por detrás del río.

Valdez, F., (2009) “Mariscal Jean de Dieu Soult, duque de Dalmacia. Memorias España y Portugal.

Thomas Rowlandson, El progreso del emperador Napoleón, Museo Metropolitano de Arte de Manhattan, 1808. Recuperado de: https://www.metmuseum.org/art/collection/search/744096

Wellington como dueño de Badajoz marcho sobre el Tajo y los dos ejércitos ya listos para entrar en el campo de batalla permanecieron así en presencia durante quince días con la tensión activa. El general Marmont esperaba refuerzos y especialmente, su división Bonnet que hizo venir de Asturias. Aguardaba a que un movimiento del enemigo le suministraría la ocasión de maniobrar sobre sus flancos. Wellington esperaba, por su parte, que el ejército español de Galicia, ocupado en el asedio de Astorga cayese sobre la derecha francesa. Marmont fue el primero en romper esa expectativa. Después de haber simulado el cruce por Toro atravesó por el Duero el 17 de julio, un poco más arriba de Tordesillas, lo que ponía en gran peligro la derecha de los ingleses, entonces, Wellington concentró rápidamente sus tropas y pudo retirarse hacia Salamanca sin ser molestado, así Los dos ejércitos marchaban en paralelo. De esta manera el 22 de julio de 1812 se desataba la desastrosa batalla de los Arapiles, que culminaría con una aplastante victoria de los aliados a la cabeza de lord Wellington.

El 28 se reanudó la marcha. Marmont avanzaba rápidamente por su izquierda con la tenaz esperanza de anticiparse a los ingleses sobre sus comunicaciones con Ciudad Rodrigo. No esperó ni a los 14.000 hombres del ejército del Centro que el rey le anunciaba, ni a los 2.000 jinetes procedentes del ejército del Norte. Los adversarios llegaron así a una pequeña llanura, en medio de la cual se elevaban dos mamelones escarpados llamados Los Arapiles, cuyo nombre se iba a hacer célebre. Cada uno de los dos ejércitos se apoderó de uno de estos mamelones, que se convirtieron en los goznes de la batalla.

Valdez, F., (2009) “Mariscal Jean de Dieu Soult, duque de Dalmacia. Memorias España y Portugal.

Fundación Joaquín Díaz, Memorial de los Arapiles (Salamanca) – España Turística y Monumental, Fundación Joaquín Díaz Fotos en línea, 2013. Recuperado de: https://funjdiaz.net/basefotos/alta/sa0059.jpg

Adelantándose a los movimientos militares del enemigo lord Wellington pudo tomar la delantera. Habían recorrido muchos kilómetros, organizados se habían podido reagrupar aprovechándose hábilmente de los repliegues del terreno, que los ocultaba en parte de la vista francesa. Las divisiones galas, por el contrario, presentaban una columna alargada e inconexa, lo que los ponía en la mira de los ataques con artillería británica. Wellington escogió este momento con tanta energía como oportunidad, para lanzar de improviso a las tropas concentradas a su derecha y a su caballería contra la división francesa de Thomières que fue derrotada muy pronto y perdió a su general. Marmont acudió y fue herido de muerte, mientras que el ejército francés se hallaba dislocado y sorprendido, abandonando la dirección del vado de Huerta, en el que Wellington le acechaba, retrocedió hacia Alba de Tormes y cruzó el río por allí durante la noche. Los británicos aprovecharon la noche y sus consecutivas victorias para abarcar otros territorios mientras los franceses, en palabras de Soult atravesaban sus horas mas obscuras en lo que iba de la campaña de España, con un ejército conmocionado, desanimado y herido.

La batalla de Salamanca fue triste para los franceses. Los dos ejércitos tenían unas fuerzas más o menos iguales: 42.000 y 45.000 hombres, respectivamente. Los ingleses reunían algo más de caballería, los franceses algo más de artillería. Las operaciones del ejército del Mediodía habían, además, auxiliado suficientemente al ejército de Portugal. Las pérdidas de este último, antes o después de la batalla, y las guarniciones de los fuertes, que hubieron de abandonarse, fueron de alrededor de 12.000 hombres.

Valdez, F., (2009) “Mariscal Jean de Dieu Soult, duque de Dalmacia. Memorias España y Portugal.

Hippolyte Bellange, Soldado del regimiento de la Guardia de Honor (Francia)1814, Sitio ruso de la Guerra de 1812, 1843. Recuperado de: http://www.museum.ru/museum/1812/Army/Bellange/index.html

Resumen: La batalla de los Arapiles se tornó en una de las más grandes y aplastantes derrotas del ejército francés durante la guerra de independencia española, las tropas dirigidas por lord Wellington aprovecharon la situación de los terrenos y de la desarticulación del ejército galo para dar un golpe certero, donde los franceses se salvaron de la aniquilación total por un auténtico golpe de suerte. Esta batalla fue consecuencia de la mala administración y los movimientos erráticos que había hecho Marmont ante la negativa de socorro de diversas autoridades francesas. En palabras de Soult atravesaban sus horas más obscuras en lo que iba de la campaña de España, con un ejército conmocionado, desanimado y herido. De esa magnitud fue esta derrota en los alrededores de Salamanca.

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La desastrosa Batalla de los Arapiles para los franceses. (Victoria aplastante de los aliados británicos, españoles y portugueses.)

Tema: Guerras Napoleónicas

Tiempo: 1810 - 1819

Eventos históricos: Guerra de la Independencia Española