Arquitectura La Pedrera | Gaudí en Barcelona. (2024, 9 noviembre). La Pedrera – Casa Milà.
La Casa Milà (La Pedrera) es considerado el edificio civil más emblemático de Antoni Gaudí, por las innovaciones constructivas y funcionales y por las soluciones ornamentales y decorativas que rompen con los estilos arquitectónicos de su tiempo.
La Pedrera representó para Gaudí la reflexión más evolucionada sobre un edificio en un chaflán del Ensanche de Barcelona. Consta de dos bloques de viviendas, con accesos independientes, organizados en torno a dos grandes patios interconectados con rampas para acceder al garaje con los vehículos.
Concepto
Gaudí proyectó una casa con formas onduladas y vivas, aludiendo al mar y a motivos vegetales. El oleaje sinusoidal confiere un movimiento excepcional a la fachada de piedra, absolutamente continua eludiendo las esquinas, que representa el mar. Los elementos marinos se encuentran en la decoración interior : techos con movimientos, columnas de piedra esculpida y un mobiliario creado por Gaudi muy moderno.
Distribución de la planta de viviendas
La distribución de una planta tipo deLa Pedrera destaca por la geometría irregular y por una organización interna ben definida, encaminada a optimizar el aprovechamiento de la orientación sur de la fachada principal.
La circulación interior se realiza a través de unos pasillos amplios y luminosos que se extienden alrededor de los patios. Los ascensores ofrecen acceso directo a la entrada de los pisos de cada planta. Esta se distribuye en cuatro pisos, de manera que todos ellos disfrutan de una parte que da a la fachada principal.

Distribución de la planta (cuatro apartamentos por planta). ©Fundación Catalunya La Pedrera.
FACHADA: Muro cortina
La fachada de La Pedrera no es estructural, pierde la función tradicional de muro de carga y se convierte en un muro cortina. Los bloques de piedra (más de 6.000) se unen a la estructura por elementos metálicos, de ahí que se pudieran abrir grandes ventanales.
Hay tres tipos de piedra: en las partes inferiores y algunos de los elementos estructurales.
- Piedra caliza del Garraf
- Piedra de Vilafranca del Penedès
- Piedra caliza de Ulldecona.

Muro cortina. Fachada Casa Mila
La forja
Las complejas y expresivas rejas de hierro de los 32 balcones de La Pedrera se elaboraron con restos de chatarra de desguace, combinando planchas, barras, cadenas, en una acumulación insólita pero realmente eficaz, como complemento de la arquitectura y como aportación ornamental.

Fotógrafo: Josep Maria Martino, c. 1914, ©Fundación Catalunya La Pedrera
Sótano
Utilizó columnas de hierro delgadas, sobre las que se apoya el forjado del patio que hay encima, además de una original estructura metálica, que recuerda una rueda de bicicleta. La aplicación del hierro le permitió reducir el volumen construido y ganar espacio para maniobrar.
Patios
Destacan por sus grandes dimensiones y la profusión de ventanas, con el objetivo de inundar las 16 viviendas de luz natural y fácil ventilación, estos tienen accesos desde el vestibulo, ya que Gaudí los diseño como nucelo de comunicación. Los dos patios interiores dan un total de 240 metros cuadrados, 90 el del paseo de Grácia y 150 el de Provencá.
Las pinturas murales: vestíbulos
El pintor simbolista Aleix Clapés, fue el encargado de dirigir la decoración pictórica de La Pedrera. El proyecto de los vestíbulos consistía en una serie de murales que imitaban tapices de tema mitológico de la colección del patrimonio nacional.
En el vestíbulo de paseo de Gracia los tapices reproducidos representan los amores de Vertumno, dios de las estaciones, y Pomona, diosa de los frutos y los jardines.

Vestíbulo de la calle de Provenza, representación del tapiz de la Ira, © Fundación Catalunya La Pedrera
Cielos rasos
Hay una gran variedad de cielos rasos; unos con mucho relieve, ostros con inscripciones y hasta poemas. En todos ellos se juega con la idea la idea de dar continuidad a los ritmos ondulantes de la fachada. Los diseños de Gaudí parecen querer expresar la materia y las fuerzas de la naturaleza entregadas a su espontaneidad y, al mismo tiempo, unir cultura y tradición en el contexto del Modernismo.
Los motivos y formas ornamentales generan una nueva plástica, nunca vista hasta entonces pero que parte de las formas ornamentales geométricas clásicas, desde la simple circunferencia y su transformación en elipse hasta distintas espirales y volutas.

Detalle de un cielo raso del entresuelo , ©Fundació Catalunya La Pedrera.
Desván
Gaudí construyó un desván encima del forjado de la última planta de viviendas. Para no aumentar el peso del edificio, recurrió a 270 arcos catenarios de ladrillo sobre los cuales descansa la terraza.
Los arcos catenarios son ligeros y fáciles de construir, permiten una perfecta distribución de las cargas, no tienen puntos de tensión y hacen trabajar los ladrillos a compresión, sin necesidad de contrafuertes.

Arcos catenarios de las guardillas, ©Fundación Catalunya La Pedrera.
Las chimeneas
En algunos casos son exentas y en otros están agrupadas en conjuntos de tres o de cuatro. Gaudí las hizo girar sobre sí mismas, siguiendo un trazado interior y exterior que obedece al desplazamiento aerodinámico de los humos.
Uno de estos grupos de chimeneas está recubierto con vidrios verdes de botellas antiguas, en una original versión del trencadís, para el que Gaudí aprovechó los culos y cuellos de botellas y dejó que el vidrio actuara como protector impermeabilizante al tiempo que aportaba una nota estética de color.

©Fundación Catalunya La Pedrera.