Schlögel, K. (2021). El siglo soviético. Arqueología de un mundo perdido. Galaxia Gutenberg. | Bittner, S. (2008). Mora, E. (1990). El Proyecto del Gran Moscú. COAM p

Para evidenciar el funcionamiento de la URSS y sus estructuras, se emprendió una extensa transformación en la ciudad emblemática del país, Moscú. En ese momento, Moscú distaba de ser una metrópoli moderna, más asemejándose a un pueblo rural que a una ciudad cosmopolita. Ante esta realidad, se dio inicio a un ambicioso plan de urbanización que catapultó la capital desde tener menos de un millón de habitantes a convertirla en una de las principales metrópolis a nivel mundial
Adicionalmente, se implementaron mejoras en la infraestructura urbana, incluyendo la integración de vías fluviales que no solo brindaron una alternativa de transporte, sino que también contribuyeron a la estética y la funcionalidad de la ciudad. Se erigieron edificaciones nuevas de gran relevancia arquitectónica, destacando la importancia de la estética y la modernidad en la planificación urbana. Estos nuevos edificios no solo aportaron a la silueta urbana de Moscú, sino que también sirvieron como símbolos visibles del progreso y la vanguardia que el régimen soviético buscaba proyectar tanto a nivel nacional como internacional
Según se menciona en el texto «Arqueología de un Mundo Perdido», la urbanización de este proyecto provocó una notable explosión demográfica en la población de Moscú, llevando a duplicar su tamaño.
La planificación de la nueva urbanización de Moscú fue tan meticulosa que mereció el reconocimiento de ser catalogada como una de las ciudades mejor trazadas a nivel mundial, según el artículo de Coarm. Este logro no solo se limitó a la creación de una estructura urbana eficiente, sino que también se reflejó en una nueva arquitectura y distribución que transformaron radicalmente la apariencia y la funcionalidad de la ciudad. La meticulosidad en la planificación se tradujo en la incorporación de espacios públicos bien diseñados, una red de transporte eficiente y una distribución urbana que favoreció la accesibilidad y la integración comunitaria.
La nueva arquitectura que emergió como resultado de este proceso no solo fue estéticamente impactante, sino que también abrazó conceptos modernos y funcionales, destacando la evolución y el progreso de Moscú como una metrópoli de vanguardia.